martes, 22 de abril de 2014

22 de abril 2014

FOTONOVELAS: EL BOOM DE LOS ‘60

Cincuenta años atrás, sin internet, con televisión en blanco y negro y tocadiscos, hubo un mundo en donde el mercado editorial resplandecía. Cada edad tenía su publicación. Nombres históricos como “El Gráfico”, “Anteojito”, “Radiolandia 2000” o “Patoruzú” no alcanzaban para satisfacer  una avidez de lectura impresionante.
Revistas para chicos, para grandes, para hombres, para mujeres, de deportes, de espectáculos…. Y allí estaban ellas: las fotonovelas.
Cuántos actores luego famosos comenzaron siendo protagonistas de fotonovelas….. aunque algunos ahora renieguen de ellas.
Haciendo un rápido repaso, una tapa de la revista “Contigo” tiene  a la dupla Alicia Bruzzo-Juan José Camero; distintos ejemplares de “María Rosa” presentan al cantante Juan Marcelo, Marcela López Rey, Antonio Prieto y Gino Renni. Hurgando aún más, encontramos a Arnaldo André, Enrique Liporace….. En suma, el rubro dio trabajo a mucha gente y catapultó a varios al estrellato…..
Obviamente que las fotonovelas abordaban distintos géneros, no sólo se quedaba en el amor. Y otro de los temas muy consumidos, era el de aventuras. “Foto Misterio”, “Namur” y “Ultratumba” fueron de las más conocidas, pero, sin dudas, la más atractiva fue “Kiling”.
Esta publicación recorrió el mundo adoptando diferentes nombres, pero conservando la estética y los personajes. En Reino Unido, fue “Sadistik”, y en Francia “Satanik”. En Argentina comenzó a producirse bajo el nombre original en 1971, trabajo que realizó la editorial Record.
Kiling era el nombre del personaje principal, un asesino amoral que llevaba al extremo el hecho de vivir fuera de la ley. El inspector Mercier era su archienemigo, y Dana su amada, la que aportaba la cuota de erotismo.
Dana es Berenise Soto, una actriz retirada ya hace muchos años. “Llego a la novela por un casting. En ese momento, era el auge de las fotonovelas, pero yo no percibí grandes cambios en mi carrera. No obstante, pienso que ‘Kiling’ fue la madre del policial negro en el país” nos dice.
 La tira continuó varios años con el mismo éxito. De hecho, Berenise recuerda que “trabajé unas cuantas temporadas, hasta que me salió una oferta de Europa, en donde estuve desde el ’75 al ‘82”. El ocaso del mercado editorial fagocitó al género, que ya a comienzos de los ’80 estaba en franco declive, por lo que su silenciosa desaparición fue un hecho.
No obstante, hoy los ejemplares en venta en las ferias han pasado a ser objetos de culto, e incluso poco tiempo atrás se realizó un homenaje a “Kiling” que contó con la presencia de mucho público.

“Fue muy placentero –dice Dana- sentir el amor y el afecto del público en esa oportunidad. Fue una gratísima experiencia”.

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