EL ORIGEN DE LA GUERRILLA ARGENTINA
Ariel Hendler, autor de un libro esencial para entender la violencia política en nuestro país.
Las Fuerzas Argentinas de Liberación fue una de las primeras (sino la primera) organización armada de nuestro país.
En una época de proscripción, mucho silencio obligado, con la resistencia peronista tratando de mantener incólume el legado de su líder, aparece un grupo que a comienzos dela década del ’60 salta a la notoriedad por una serie de robos y hechos violentos.
Ariel Hendler plasmó una exhaustiva investigación en su libro “La guerrilla invisible. Historia de las Fuerzas Argentinas de Liberación”, que obtuvo muy buenos comentarios y rápidamente se agotó en las librerías. Es el propio autor quien nos cuenta más sobre su trabajo.
- ¿Por qué elegiste las FAL como tema de investigación?
- Como digo en la introducción del libro, empecé por pura curiosidad, por ignorancia absoluta sobre qué eran las FAL. El motor de la investigación fue en principio sacarme una duda sobre algo que desconocía por completo. A medida que empecé a investigar me fui enterando y me di cuenta de la importancia que tuvieron y del bache tremendo que supone no conocer algunos de los hechos que protagonizaron.
- ¿Considerás que el secuestro de Aramburu y la consecuente aparición de otros grupos armados de mayor envergadura quitaron trascendencia histórica a las FAL?
- De hecho fue así. El secuestro y muerte de Aramburu hicieron olvidar muy rápidamente la desaparición de Alejandro Baldú, detenido por la policía en marzo de 1970 y que jamás apareció (no quiero decir “el primer desaparecido” para que no parezca una competencia por los records), y el secuestro del cónsul paraguayo Waldemar Sánchez para exigir que se legalizara su detención y la de Carlos Della Nave. Después, durante todo ese año las FAL compartieron la figuración con Montoneros y el ERP, e incluso fueron la organización más activa, pero la ruptura y división en afluentes a principios de 1971 las hizo quedar rezagadas, más que el hecho de haber sido superadas por otras organizaciones.
- ¿Cuál considerás que fue la importancia histórica de las FAL en cuanto a aparición fulgurante como organización armada de vanguardia?
- Como la primera organización de guerrilla urbana que se dio a conocer públicamente en la década del ‘70, marcó un camino que siguieron muchas otras en una época en que aún se debatía sobre la estrategia de guerrilla urbana o rural. Además, su presentación en sociedad tuvo la impronta de haber liberado a su rehén, el cónsul paraguayo, a pesar de que no se obtuvo lo que se reclamaba, que era la legalización de los dos desaparecidos, Baldú y Della Nave. Eso fue muy importante porque fue un mensaje claro de que la lucha armada no estaba ligada a ningún tipo de regodeo con la muerte. Al contrario, la resolución del hecho dejó la marca del asesinato del lado de las fuerzas del estado.
- Hoy en día parece casi utópico encontrarse a miles de jóvenes jugándose la vida por un ideal. ¿Qué contexto socio-político se torna en caldo de cultivo para la aparición de las FAL?
- El caldo de cultivo fue la falta absoluta de horizontes en cualquier tipo de lucha política pacífica, considerando que se vivía bajo una dictadura como la de Onganía, que había hecho saber su propósito bien claro de eternizarse como Franco o Stroessner, y encima con un consenso bastante considerable entre la civilidad. Ese fue el factor más importante. Después, las características propias de esa dictadura, ultraconservadora y represiva en todos los aspectos de la vida que afectaban directamente a los jóvenes. Básicamente la destrucción de la universidad y el oscurantismo en cuestiones de la vida cotidiana, costumbres y cultura, justo en una época en que la juventud surgía en todo el mundo como un actor social contestatario justamente en relación a todo eso.
-Distintos hechos como Taco Ralo, el asalto al Policlínico Bancario, y otros pasaron a la historia. Sin embargo, las primeras apariciones públicas de las FAL no trascendieron. ¿Hubo un motivo para que fuese así?
- Después de darle muchas vueltas al asunto, llegué a la conclusión de que el motivo fue la ausencia de muertos en esas acciones, a diferencia de lo que ocurrió en el Policlínico y, obviamente, con Aramburu. Si hubiesen matado al cónsul paraguayo, sin duda ese hecho sería recordado como el inicio de la violencia revolucionaria en los ‘70, dos meses antes que lo de Aramburu. Creo que Taco Ralo no pasó a la historia, sino que se lo conoce porque lo rescató el libro “La voluntad”. Si allí se hubiera contado la historia del cónsul, sería igual de conocido (y yo jamás hubiera escrito mi libro). Además las FAL cargan con el peso de haber tenido en sus filas al primer luchador desaparecido, como lo fue Baldú. Sin embargo, el caso de Baldú no es conocido públicamente. Incluso hay libros posteriores a “La guerrilla invisible” que siguen hablando del matrimonio Verd como los primeros desaparecidos, aunque ese hecho sucedió un año más tarde. ¿Cuál fue la respuesta que obtuvo "La Guerrilla Invisible"?
- Se agotó prácticamente la primera edición, de 3000 ejemplares, y en general tuvo comentarios y críticas elogiosas. Pero no tuvo la trascendencia suficiente como, por ejemplo, instalar el nombre de Baldú como el primer desaparecido de los ‘70. Quizás, porque fue ignorado olímpicamente por Página 12, que es una gran vidriera para estos temas.

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