domingo, 16 de marzo de 2014

16 de marzo 2014
Serie Tributo al Punk

ROCK Y RELIGION PUEDEN IR DE LA MANO
Carlos Cruzado es pastor, y también músico punk. Su historia de vida y su equilibrio entre dos mundos a los que muchos consideran incompatibles.

Si hay un tipo querido y apreciado en el ambiente del punk, ése es Carlitos Cruzado, el mismo que fue artífice de Casanovas (ícono del rockabilly argento) allá por los ’80 y que hoy toca junto a su amigo Marcelo Pocavida.
Debajo del escenario, es pastor de la iglesia evangélica, y predica y lleva la palabra de Dios a quien la desee escuchar y la necesite. Él mismo encontró muchas respuestas en su fe, luego de transitar una infancia dura y difícil.
Aquí la historia de Carlos Cruzado y su alter ego Sid Casanova.

- ¿Cómo y cuándo descubrís a Dios?
-Desde chico fui a una escuela católica, conocía a Dios desde el Dios que juzga y te castiga por tus pecados, pero vengo de un hogar con mentalidad de pobreza, padre alcohólico, y viviendo mi infancia en la necesidad. A los 13 años estábamos en una situación de vivir sin trabajo, sin luz, sin gas, recorría las ferias para que me dieran lo que sobraba, juntaba cartón y vendía cobre y bronce. Mi vieja limpiaba casas de familia. Lo único que tenía era una guitarra criolla, a la que le había dibujado la forma de una Les Paul, porque tenía un poster de Jimmy Page que me impactaba. Escuchaba por radio “9 PM”, el programa de Lalo Mir,  ya que pasaban AC/DC y rock fuerte. Iba a ver a Riff cuando estaba cerca de casa, ya tenía un ideal con la música. En ese momento, una noche le dije a Dios que si existía, quería una familia, tocar la guitarra y no ser más pobre; que le iba a rezar todas las noches hasta el fin de mi vida. Ahí sentí paz y creo que ese fue el momento de descubrir a Dios en mi corazón.
- ¿Cómo se compatibilizan en tu caso dos sectores que aparentemente están alejados como el punk y la religión?
- Bueno, el punk es una expresión que refleja lo que no querés, oponerte a lo que está fuera de la libertad, marcar la diferencia. Si vamos a lo profundo, son valores que compatibilizan con personas que quieran promover cambios sociales y culturales. Desde ahí encontré la conexión, decirte que lo mío no es religión, es relación personal con Jesucristo, y poder compartir el amor de Dios en la vida de la gente. Religión es del hombre, relación es con Dios.
- ¿Cuál es la reacción de la gente al saber que el pastor es un músico de punk?
-Dentro de la iglesia que promovimos con mi esposa Roxana (que en paz descanse), involucramos a músicos, profesionales y gente humilde ( características nuestras),  así que no me fue tan difícil. La iglesia evangélica está hace años en la transición de querer incluirse en todos los sectores sociales, así que, además de pintoresco, es una estrategia para conocer a más gente que necesita ser escuchada y recibir ayuda.
- ¿Hay mucho prejuicio en cuanto a la religión en el ambiente del rock?
- Como en todos los ambientes, hay opiniones formadas, pero, de lo que yo conozco, íntimamente todos creen en Dios, no como algo que lo vas a anunciar, pero sí en el momento de crisis llamarme para poder orar. Conozco testimonios de algunos que no creían y a los que Dios  ha bendecido mucho. El prejuicio es decirlo, pero creer, creen todos. No te olvides que el corazón del músico es sensible, y siempre va en busca de lo creativo, atributo fundamental de Dios, que es creador.
- Qué opinás del white metal o del rock cristiano en particular?
- Me parece bien toda expresión musical. No me gusta el rótulo de música cristiana. Quizás sea una forma a través del rock de acercar a la gente al mensaje de Jesucristo. Me gusta mucho el gospel, el antiguo y lo nuevo, el country y el blues rural orientado al gospel.
- ¿Cuál es tu trabajo o tu misión como pastor?.
- Mi misión es escuchar a la gente y motivarla con una palabra de aliento, hacerles ver que la vida es una oportunidad, que lo más importante es preservar tu corazón y enseñarles que la felicidad está en el compartir, cuando sos  útil para otros, cuando descubrís tu propósito de vida. Eso es muy importante. Recibo mucho respeto de los músicos y el amor de mis amigos. Ser pastor no es un problema, me da la capacidad de entender y ayudar a mucha gente. Ese es mi propósito.


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