PAPPO: A NUEVE AÑOS DE SU ADIOS
El Carpo fue un referente indiscutible
de nuestro rock. Lo recordamos en un nuevo aniversario de su muerte.
El 25 de febrero de 2005, Norberto
Aníbal Napolitano fallecía en un accidente en cercanías de Luján, a punto de
cumplir 55 años y quizás en el momento de mayor masividad de su prolífica
carrera musical.
Porque si algo caracterizó al Carpo a lo
largo de su extensa trayectoria fue que resultó amado y odiado, pero nunca pasó
inadvertido. Hosco, de temperamento fuerte, bien de barrio, leal a sus amigos,
Pappo fue La Paternal, la vieja y los fierros. Ah, y el blues y el rock pesado.
Hablar del verdadero rock en Argentina
es hablar de algo en lo que seguramente estuvo metido él. Desde Los Gatos hasta
Riff, su máxima creación, transitó casi cuatro décadas codeándose con los
mejores, siendo elegido por los mejores y ganándose un lugar entre los mejores.
B.B.King, ni más ni menos, lo invitaba
permanentemente a sus giras con los máximos exponentes del blues. Con Riff,
formó la génesis de lo que fue el rock pesado argentino. Su imagen intimidante,
con campeo de cuero, tachas, y guitarras al mango pronto lo transformaron en el
paladín de los postergados, los oprimidos, los que encontraban en el heavy
metal su válvula de escape.
Vivió en….. bueno, mejor y más rápido
sería enumerar dónde no vivió. En los Estados Unidos formó Widowmakers, pero
rápidamente volvió al país para retomar su viejo amor riffero. Y mirá cómo son
las cosas, que en su apogeo masivo, se mató…..
Pese a haber grabado una cantidad
importantísima de discos, recién con “Buscando un Amor” le llegó el
reconocimiento unánime. La balada “Juntos a la Par” y el ganchero “Rock and
Roll y Fiebre” parecieron hacerle saber al común de la gente que había un
virtuoso que se llamaba Pappo…. Pero el Carpo era más que un par de temas que
consiguieron rotar en las radios. Era el tipo que grabó “Desconfío”, o el que
cantó “Susy Cadillac” con esa voz única. Sí, porque era flojazo cantando, pero…
¿a quién le interesaba?. El que iba a ver un recital de Pappo’s Blues o Riff
iba a verlo al Carpo. Qué más daba si cantaba bien o mal. El Carpo era la
fiesta.
Pucha, Pappo, cómo se te extraña. Cómo
echamos de menos tu música. La gente dice que moriste hace nueve años. Y bueno,
podrás habernos dejado terrenalmente, pero, como decían los gallegos de Barón
Rojo, “Siempre estás allí”. Y para el final, lo que siempre quisiste: Que sea
rock.

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