LAS TRAMPAS DEL RUBRO 59
La oferta sexual en los medios de comunicación están prohibidos, pero “hecha la ley, hecha la trampa”….
Tiempo atrás, la prohibición de ofertar servicios sexuales en los medios (principalmente en los diarios) levantó buenas críticas. Prácticamente todos los sectores sociales coincidieron en que era una forma interesante de pelear contra la trata de personas.
Por un tiempo, los anuncios dejaron de aparecer. Sin embargo, como dice el refrán en el copete, enseguida le encontraron la vuelta para volver. “Maquillados”, eso sí. Ahora la oferta no es tan explícita, sino que se disfraza bajo otras formas, como “dama de compañía” o “joven para todo tipo de trabajo”.
Viviana Caminos es la coordinadora nacional de RATT, Red Alto la Trata y el Tráfico de Personas, un grupo multisectorial que previene y monitorea toda señal de trata de personas en el país. De hecho, el grupo trabaja en forma mancomunada con una centena de organizaciones sociales en la gran mayoría de las provincias argentinas.
- ¿Qué medidas se han tomado desde el Estado para combatir la trata?
- Bueno, fundamentalmente, en lo que respecta a la publicidad en medios, se ha creado la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos, que encabeza Chantal Stevens, que está funcionando muy bien. Se ha logrado reducir la oferta en la gran mayoría de los medios gráficos, excepto en un multimedio tendencioso, que sigue burlando la normativa no sólo en su diario capitalino, sino también en sus expresiones en distintas provincias.
- La aparición y masificación de internet les debe haber jugado en contra en esta lucha…
- Por supuesto, porque hoy en día en la web se encuentran una mayor cantidad y variedad de ofertas. Y cuando uno empieza a controlar en internet se da cuenta de que es dificilísimo hacerlo, porque es tan grande que no se puede monitorear todo. Por eso es que siempre llamamos también al control social, el que se hace en casa. Los padres deben saber qué hacen sus hijos, especialmente en las redes sociales, con quién se contactan, porque a través de concursos u otros ardides, se suele llegar al contacto directo con los jóvenes que luego pueden ser víctimas. Te doy un ejemplo: poco tiempo atrás recibimos una denuncia de que una mujer con perfil en Facebbok estaba ofreciendo un viaje totalmente pago a Miami, donde supuestamente reside, para conocer a Julio Iglesias personalmente….
- Usted ha dicho que las políticas de ejecución están, pero faltan los recursos económicos.
- Sí, es cierto. Si bien es real que la ley penal se aplica, que se han creado organismos para la lucha contra la trata, que está disponible el teléfono 145, no se formó aun el Consejo Federal, que es el que debe destinar las partidas presupuestaria, fundamentalmente a las provincias. Porque cuando uno mira al país, ve asimetrías. Algunas provincias tienen sus programas de rescate, que de a poco van generando políticas al respecto, pero hay otras que están muy atrasadas.
- Casi el 50% de los rescates se produjeron en Buenos Aires. Sin embargo, las mujeres no son oriundas de allí….
- No, la mayoría vienen del norte argentino o de países como Bolivia, República Dominicana y Paraguay. Por eso nosotros bregamos por las políticas públicas que les permitan ingresar al ámbito laboral. Si queremos un nuevo proyecto de vida para estas personas, debemos darles los medios de inclusión a través de los cuales puedan lograr un desarrollo. En Buenos Aires ya están funcionando distintos programas de capacitación, e incluso hay una ley con beneficios impositivos para empresas que contraten a personas que hayan sido víctimas de trata.
- Es evidente que con los subsidios de 250 pesos que ofrece el Estado hoy en día no se puede avanzar demasiado en la inclusión….. ¿Qué falta para lograr un verdadero avance al respecto?
- Primero, clarificar los datos sobre cuántas personas son víctimas de la trata y cuántas lo son de explotación sexual, y priorizar a las primeras. Porque ojo, que un tema que también hay que tratar, porque muchas veces no se toca, es la explotación laboral. Cuando hablamos de trata de personas, debemos hacerlo en un sentido abarcativo, que incluya a aquellos que son obligados a vivir en ranchos en medio de la nada, trabajando de sol a sol por una miseria de sueldo o a la gente que trabaja en los talleres clandestinos en condiciones infrahumanas. Lamentablemente, en ambos casos el argumento siempre es el mismo: la persona es libre para usar su cuerpo como quiera. Pero acá es donde debe entrar el Estado en acción, porque debe hacer entender que por más que una persona quiera ser el esclavo, es el mismo Estado quien debe impedirlo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario