domingo, 15 de diciembre de 2013

13 de noviembre 2013

EL HUMOR CORDOBES EN PERSONA
Cacho Buenaventura habla de todo: su infancia, su carrera y su actualidad

El simple hecho de intercambiar unas palabras con Cacho Buenaventura ya genera una sonrisa. Vaya uno a saber cómo, pero tiene una salida graciosa para todo. Es que Cacho es de esas personas que tienen el don natural de hacer reír a la gente. Así de simple. Con chispa, espontáneo, transparente, lúcido, el humorista aprovecha cada una de sus virtudes para transformar un simple diálogo en un anecdotario completo con amigos reales y ficticios.
Pero Cacho también se puede poner serio y hablar de las cosas trascendentes de la vida. Las dos caras de un grande del humor cordobés, en las próximas líneas.

-          Cacho, a esta altura sos local al lugar donde vayas…
-          Muchas gracias, me encanta eso. Yo siento que el cariño que nos tenemos con la gente es mucho y mutuo. Yo empecé de changuito, y a esta altura, veo la respuesta del público en los shows y me emociona.
-          Tantos años de trayectoria y siempre renovado. ¿Cómo surgen los cuentos y las historias nuevas para ir ampliando el repertorio?
-          Yo no soy un buscador, dejo que fluya lo que venga. Lo mío es más fácil porque yo no cuento cuentos, soy un tipo que tiene una forma de hablar graciosa, entonces rápidamente surge la anécdota, la historia del pueblo. Lo que sí, yo me preparo para el show. Me tomo mi tiempo para relajarme, me dispongo y predispongo y salgo con todo. No sé si hay cuentos nuevos, porque a veces escuchás uno y ya lo conocés, nada más que pintado de otra forma.
-          ¿Qué se siente arriba del escenario cuando ves que la gente verdaderamente disfruta del show?
-          Esa es mi meta. Subo las escaleras para entrar y si me preguntás qué voy a decir, no tengo idea. Una vez en acción, veo cómo va saliendo todo de la misma interacción con el público. A veces incluso me gusta más cuando la tenés que “guantear” a la gente, la tenés que pelear porque está media dormida. Cuando se logra eso, me siento muy bien, porque disfruto de verlos reírse de las estupideces que digo. Porque son estupideces las que digo, eh (risas).
-          La gente significa mucho en tus presentaciones….
-          Pero seguro. Tienen que saber que son los verdaderos protagonistas, porque sin ellos, no hay show, no hay risas, no hay nada. Lo bonito de esto es que el público se relaje, que disfrute. Hay muchos que no se animan a reírse. Después vienen y me dicen que tenían ganas de tirarse al suelo de la risa, y yo les pregunto: ¿y por qué no te tiraste?. Qué te importa lo que digan los demás, si tenés ganas de pasarla bien, pasala bien a tu modo. Imaginate la cantidad de cosas que tenés que hacer sin ganas y justo la que querés hacer no te animás…..
-          Hacés lo que te gusta, le sacás una sonrisa a la gente…. ¿Sos un agradecido a la vida?
-          Hace mucho tiempo. Mi mama y mi tata, que me duraron poco tiempo, me dejaron muy en claro que uno tiene que ser un agradecido de la vida. Recién hablábamos de cuando uno tiene la necesidad de comida…. Mirá si yo, que vengo bien de abajo, no voy a ser felíz con lo que tengo…. El otro día jugábamos con mi hijo en la computadora, y resulta que ahora, con los juegos de tenis, sentís el golpe en la raqueta virtual, lo mismo que con los de golf o boxeo…. Ese era “mi” futuro. Cuando era chico, soñaba con eso, pero tenía un revolver de plástico….. Por eso, agradezco todo, cuando dormís la siesta con tus nietos, cuando juego con ellos, cuando veo a mis hijos….. Imaginate, mi familia era inquilina, deudora morosa mal….. Y yo fui el primer propietario….. Mirá si tengo para agradecer. Hoy elijo la perilla para que el agua me salga caliente o fría, y de pibes íbamos al monte a cortar leña para calentar un tacho y bañarnos como los caballos, con un chorro.
-          Compartir una comida con la familia…..
-          Claaaaro. Pero eso sí: la mesa se respeta. No me vengás a joder con el celular a la hora del almuerzo o la cena. Eso de estar hablando con gente que no está presente, al momento  de comer, no va. Si no, andate a hablar con ellos personalmente y dejame comer tranquilo. Entonces, cuando uno hace el asado, el otro la ensalada, y se llena esa mesa larguísima con los míos, ahí estoy realmente contento.
-          Cacho, para terminar, ¿sabías que el fernet con coca es un invento cordobés de los años ’90?
-          ¿Sí?. Me han contado que es muy rico (risas generales)…..

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