LA HISTORIETA ARGENTINA...¿EN VÍAS DE EXTINCIÓN?
Uno de los referentes nacionales, Wally Gómez, opina sobre la difícil actualidad de nuestro comic
La historia del comic argentino es realmente muy rica en todas sus facetas y expresiones. Sin ir más lejos, la historieta autóctona irremisiblemente nos remonta a personajes legendarios como Patoruzú, Isidoro, Anteojito, Hijitus y tantos otros.
No sólo eso. En los años ’70, se vivió la época de oro del género, con revistas como D’artagnán, El Tony o Intérvalo, dedicadas exclusivamente a tiras que iban desde la ciencia ficción hasta el humor.
Hoy en día, la típica historieta argentina quizás haya perdido predicamento debido al bombardeo permanente que recibimos de los colosos americanos de DC y Marvel a través de las grandes cadenas televisivas. En estos años, Lupín, Capicúa, el Loco Chávez y otros héroes tan simpáticos como queribles son solo leyenda, pero han dejado su legado. Tan solo las contratapas de algunos diarios nos permiten un acercamiento a “amigos de papel y tinta”, como Diógenes y el linyera o Matías.
Wally Gómez es uno de los dibujantes de comics más importantes de nuestro país, y con él hablamos de su experiencia y su visión sobre la actualidad nacional del género.
- ¿Cómo es la actualidad del comic argentino?
- - Es díficl de explicar. Hay una gran tradición de comic en nuestro país, y, hoy por hoy, eso se ha perdido. Tenemos por un lado que cualquiera hace historieta (eso me lo hizo notar mi amigo y maestro Carlos Meglia. Decía que muchos dibujantes buenos, ilustradores en su mayoría, hacen historietas que en realidad no lo son, aunque pretenden serlo, por varios motivos técnicos, muy ciertos desde luego) y los espacios serios son manejados por gente elitista, surgida de la política, o poco profesionales. Después hay muchos grossos autopublicándose, editoriales chicas que sacan maravillas, pero eso no nos aporta a los artistas para poder encarar una carrera profesional en el país, porque no genera industria.
- ¿Existe hoy en día un personaje símbolo de la historia del comic nacional? ¿Hay alguno actual que sea referente?
-El personaje símbolo hoy por hoy, puede ser Juan Salvo de El Eternauta, o bien Patoruzu, Mafalda… los que la gente nombra en una charla de barrio. Actualmente no creo, no hay nada que sea tan popular, ni tan novedoso. Los comics tratan de temas que entiende la gente que vive en Palermo Hollywood, y no el carnicero de mi barrio….
- ¿Hay un mercado importante en nuestro país?
- El mercado más importante es el de la ilustración infantil, el de la publicidad. Lo demás es pequeño.
- ¿Qué guionistas y dibujantes se pueden destacar hoy?
-Guionistas argentinos que me gusten a mí hoy, solo uno que está surgiendo: Facundo D´llaqua, que tiene una química conmigo muy dinámica. Con otro actual no he trabajado, con otros más viejitos sí.
- Uno recuerda haber leído las viejas D’artagnán, El Tony, luego la Fierro. ¿Qué se puede leer hoy en nuestro país?
- Es una buena pregunta. Si sabés de algo, avisame (risas)….
- ¿Hubo un antes y un después en el comic luego de la aparición de los superhéroes de Marvel y DC?
- Sí, obvio. La aparición de los superhéroes viene de la mano de la industria norteamericana, que fue modelo en muchos países y cambió todo. Hoy por hoy es una de las fuentes de trabajo para dibujantes profesionales, eso se mantuvo. Desde el tema de los contenidos, si bien no es como el mercado europeo que es más culto y variado, las aventuras de los superhéroes abarcan a públicos de todas las edades y culturalmente hoy es aceptado y bien visto, pero hace unos años había prejuicio por este tipo de lectura.
- Crecimos leyendo a Lupín, Capicúa, Patoruzú…. ¿Qué es lo que ha cambiado tanto como para que ya no haya mercado para ellos?
- Las crisis económicas eternas en nuestro país hicieron que fuera lo primero en desaparecer. Luego, malos manejos editoriales, el retroceso de lectura en la gente en general, que lee más libros de hipermercado o el diario de fútbol, la tecnología, internet… En fin, hay muchos factores.
- ¿Hay escuelas donde se pueda aprender el arte del comic?
- Sí, hay muchas y muy buenas. Yo tengo una en La Plata, Blasón Studio. Después está la de Barocelli en Rosario, Sótano Blanco de Bobillo, el taller de Horacio lalia en Ramos Mejía, el bunker de Meriggi en Victoria… Es decir que aquel que tiene ganas de aprender, tiene dónde.
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