Fabio Morisetti

27 de noviembre 2013

UN GRAN SUEÑO, UN GRAN DESAFIO

Números, opiniones y objetivos de los Juegos Buenos Aires 2018

 Argentina se encuentra ante una oportunidad única: Buenos Aires ha sido designado como sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018.

El deporte nacional obtiene un lauro que se le había negado en las cuatro postulaciones previas. En esta oportunidad, superó a Medellín y a Glasgow y así será la anfitriona de la máxima cita mundial para deportistas de entre 15 y 18 años.

El jefe de gobierno capitalino, Mauricio Macri, destacó que “se trata de un hecho histórico que Argentina reciba un evento olímpico por primera vez".

Lo cierto es que Buenos Aires indudablemente cuenta con un corredor deportivo  interesante, fundamentalmente por la cercanía entre los escenarios donde se desarrollarán las distintas disciplinas, lo que facilita el traslado y la logística necesaria para un evento de semejante magnitud. Además, será una prueba de fuego para demostrar que se puede organizar una cita mundialista que le permita soñar con un juego de mayores a mediano plazo.

Claro que los desafíos son muchos. Y es que nuestra idiosincrasia y forma de ser quizás disten de lo que son tomados como parámetros a seguir. Ejemplos: hoy en día hay enormes inconvenientes con el transporte en la Capital Federal, lo que provoca continuos embotellamientos, deficiente cumplimiento de horarios y demás problemas para los pasajeros. Para un evento de este tipo, será uno de los puntos a optimizar.

En materia deportiva, nuestros atletas estarán compitiendo  con los mejores del mundo y lo podrán hacer en condición de local. Es por eso que referentes de distintas disciplinas han tomado con beneplácito esta designación.

Daniel Sotto es presidente de la Federación Cordobesa de Atletismo y fue delegado en los últimos Juegos Olímpicos. Sobre esta chance dice que “tengo muchas expectativas, porque estamos ante una oportunidad inigualable. Además, en lo que respecta al atletismo, vamos a contar con una nueva pista de acuerdo a lo que plantea el proyecto, así que no podemos dejar de estar felices”.

El periodista Carlos Irusta asegura “que es un tema complejo por donde se lo mire, pero se supone que le dará mucha ganancia a la ciudad, así que parece interesante”. Su colega Carlos Marne sostiene que “es bueno, en tanto y en cuanto se haga seria y responsablemente. Es un puntapié inicial para que, en un futuro, el COI (Comité Olímpico Internacional) tenga en cuenta a Buenos Aires como ciudad sede de los Olímpicos”.

Juan Curuchet, además de ser una gloria del ciclismo, es dirigente del COA, y mostró su beneplácito al sostener que “lo que nos gusta de esto es la infraestructura que va a quedar. Si queremos ensanchar las bases está es la oportunidad”. También fue optimista Braian Toledo, quien fue medalla de oro en jabalina en los últimos Juegos juveniles en Singapur. “Es lindo tener la responsabilidad de recibir al mundo y que conozcan nuestro país y nuestras costumbres” expresó el lanzador.

Sotto entiende que “será un momento más que propicio para nuestros deportistas de medirse con los mejores de sus disciplinas, en condición de local. Es por eso que será muy importante el proceso previo que les permita llegar preparados de la mejor manera”.

El periodista de boxeo Enrique Rodríguez tiene una visión diametralmente opuesta. Señala que “hoy por hoy, no estamos preparados para hacer una erogación de tal envergadura por unos Juegos que no son, ni por asomo, de los más importantes. Es un premio consuelo por no ser sede de los Juegos Olímpicos de mayores. Pero tenemos mil cosas para poner plata antes que en esos juegos. “

El gobierno de la Ciudad ha informado que la villa olímpica se construirá en Villa Soldati, y que una vez concluida la actividad, serán destinadas a familias de bajos recursos las entre 1000 y 1500 viviendas sociales que formarán el complejo. La Villatendrá una superficie de 10 hectáreas dentro del Parque Roca. Según la presentación del gobierno porteño ante el COI, tendrá capacidad para 6264 residentes. Se estima que el mismo número de personas podrá, tras los juegos, mudarse a las instalaciones transformadas en vivienda permanente.