QUIQUE PESOA: PERIODISMO DESDE EL PARAÍSO
El locutor rosarino presenta su libro y nos cuenta del fenómeno de su programa "El Desconcierto"
Quique Pesoa es una institución dentro del periodismo argentino. Oriundo de Rosario, locutor y periodista de profesión y vocación, el destino le deparó ser una de las voces más reconocidas de la radiofonía argentina. Sin embargo, hace diez años decidió dejar el vértigo porteño para instalarse en San Marcos Sierras. Lejos de abandonar su pasión, Quique montó su propia emisora en la hostería y comenzó a hacer un programa que el tiempo convirtió en objeto de culto y que fue retransmitido por más de 160 emisoras.
Ahora, está presentando su libro “¿Estás ahí?”, un proyecto que surge de un segmento de su programa radiofónico en el que dialogaba con Luis Mattini, ex líder del ERP. Anduvo por la zona y “La Vorágine” dialogó con él.
- Quique, ¿qué es de tu vida?
- Bueno, acá estoy presentando mi nuevo trabajo. En realidad, creo que no escribí un libro, sino que dije un libro, que son cosas distintas porque yo no soy un escritor. En el programa que hacía en radio, lo llamaba a Luis Mattini y charlábamos siempre sobre una palabra. Por ejemplo, tocábamos el término “demagogia” y lo aplicábamos a la realidad que nos toca vivir. Y así fueron apareciendo como 90 palabras, una por emisión, que luego mi esposa desgrabó y ordenó para que toda la saga tuviera forma de libro. Finalmente, yo hice un trabajo que me encantó, que fue la traslación del lenguaje oral al escrito. Es de esta forma que surge “¿Estás ahí?”, que es un trabajo muy bonito y que me llena plenamente.
- Llevás el periodismo en la sangre evidentemente. Te instalaste en las sierras, empezaste con otro tipo de actividad, sin embargo te picó el bichito de la comunicación y te hiciste un estudio de radio para despuntar el vicio….
- Yo desde los 20 años que vivo de la radio, siempre me he mantenido con mis contratos artísticos y también de lo que es una rama de la comunicación, que es el hecho de poner la voz en off para comerciales. Eso siempre me ha dado para el café con leche, nunca me quedé en llanta por tener este laburo. Entonces, cuando yo me instalo en San Marcos, monto mi estudio para seguir con mis compromisos artísticos y, luego de un tiempo, se surge la posibilidad de volver a hacer radio.
- ¿Cómo se da el fenómeno de “El Desconcierto”?
- Resulta que Radio Nacional Córdoba me convoca para hacer un programa hace unos ocho años. Yo en ese momento no quería viajar los 150 kilómetros que hay hasta la Capital, y es así que empezamos a hacer el ciclo y nos manejábamos con el streaming que nos permitía evitar la distancia. Así fue que curiosamente varias emisoras empezaron a retransmitir el programa y finalmente eran más de 160 las que difundían lo que fue “El Desconcierto”, que duró casi seis temporadas. Me sorprendió muchísimo porque lo que era un simple enlace entre mi casa y Radio Nacional terminó viralizándose alrededor de todo el país.
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¿Y cómo se mantenía toda la estructura comunicacional?
- Para mí, era menos diez, porque tenía que pagar mi línea de internet y el costo normal del funcionamiento del estudio que hice en mi casa, y no recibía nada, pero como tengo la posibilidad de vivir de otra cosa, me pareció fenómeno poder devolver algo de todo lo que me dio el periodismo.
- No puedo evitar preguntarte por este momento particular que vive el periodismo….
- Tenemos que leer, tenemos que escuchar. Leer y escuchar para estar de acuerdo o no, sin el ánimo de decir “ah, este es un zurdito” o “este es un gorila”, sino todo lo contrario, leer para saber si estoy de acuerdo con esas ideas o no lo estoy con ninguna. Es el ejercicio que nos está haciendo falta a los argentinos para salir de esta polarización estúpida “K y anti-K” en que estamos metidos como sociedad. Entramos todos como caballos, la gente discute sin sentido constructivo, es como que no le pudiésemos encontrar nada positivo a este gobierno o no le encontramos ningún defecto a esta gestión, y nos olvidamos de los términos medios. Nos han impuesto esta dicotomía haciendo negocio con nosotros, que somos simples espectadores de esta cuestión mientras los verdaderos dueños del país miran desde las gradas al lado nuestro. Tenemos que dejar de buscar culpables afuera y pensar qué hicimos durante todos estos años, y si ahora la cosa es así y no nos gusta, debemos plantear cuál fue nuestra responsabilidad de tipo personal.
- ¿Y el futuro Quique?
- Ahora estoy pensando en retomar el ciclo, pero en lugar de los domingos, iríamos los sábados al mediodía. Tengo una propuesta firme de una radio de Rosario, pero le puse como condición que las 160 emisoras que bajaban el material gratuitamente pudieran seguir haciéndolo, así que estamos en eso….
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