Fabio Morisetti

miércoles, 13 de noviembre de 2013

RENE SALAMANCA: EL PRIMER DESAPARECIDO DE LA DICTADURA

Desapareció el 24 de marzo de 1976. Sólo unas horas después del golpe militar, fue detenido ilegalmente y nada más se supo de él. Apenas algún trascendido, como el que dice que el genocida Luciano Benjamín Menéndez, tras encontrarse con el sindicalista en “La Perla”, decidió su destino con un “a éste me lo trasladan en el primer viaje”.

René Rufino Salamanca fue uno de los grandes exponentes de la generación de sindicalistas combativos que convirtió a Córdoba en cabeza del movimiento gremial argentino. Junto a Agustín Tosco y Atilio López formaron una cúpula dirigencial que marcó un antes y un después en la historia sindical de la provincia.

Curiosamente, en la época de mayor peso de las luchas sociales y populares del pueblo peronista, Salamanca llega al poder proveniente del comunismo revolucionario. Sin embargo, su ascendencia le permitió ganarse el respeto de sus compañeros hasta derrotar a la burocracia del SMATA y transformarse en líder de los mecánicos.

Por supuesto, hubieron muchos que, con mayor o menor renombre, lucharon junto a él en ese período efervescente de la historia. Uno de los que estuvieron a la par es Agustín Funes, histórico dirigente del PCR, quien recordó sus vivencias de aquellos tiempos.

-         Agustín, ¿cómo se da el inicio de la lucha obrera junto a René Salamanca?

-         Bueno, me tocó estar con él desde los ’60, cuando tomamos Perdriel, la matricería de Renault. Estuvimos juntos desde el Cordobaza en adelante, que se da por un proceso de acumulación que vivió el movimiento obrero y estudiantil.

-         A esta altura René todavía no era un hombre público….

-         No, en ese tiempo todavía era uno más entre nosotros. Era una pieza muy importante ya en ese camino que derivó en la recuperación del SMATA, pero todavía no había adquirido trascendencia.

-         ¿Qué participación tuvo Salamanca en el Cordobaza?

-         Muy importante, porque si bien no era un nombre fuerte dentro del sindicalismo, ya se perfilaba, por combatividad y convicciones, como referente. No tuvo un protagonismo público, pero sí fue un factor crucial para llegar a las bases y acumular gente.

-         Un punto clave es que, en pleno auge del sindicalismo peronista, Salamanca llega desde el comunismo revolucionario….

-         Sí, él conoció el peronismo desde adentro y desde afuera, y denunció no sólo el golpe de estado mucho tiempo antes, sino que también lo hizo con lo que denominó “el gorilismo de izquierda”, protagonizado básicamente por el Partido Comunista Argentino, grupo que estaba totalmente distanciado del PCR. Era un hombre muy lúcido, que interpretaba notablemente las necesidades y los derechos de los trabajadores, y esto se daba más allá de banderas políticas, y es por eso que los compañeros lo reconocieron.