domingo, 15 de diciembre de 2013

LA VERDADERA DEUDA INTERNA
Un grupo de médicos recorre el país atendiendo a los olvidados

La fundación “Deuda Interna” no recibe apoyo oficial de ningún tipo. Sólo se subvenciona con el aporte privado de 20 pesos mensuales que realiza mucha gente. Y con ese poquito, intenta tapar los baches que históricamente tuvo la salud pública argentina.
Con el hospital móvil “Doctor Salvador Mazza”, un grupo interdisciplinario recorre las rutas argentinas auxiliando a los olvidados de siempre, a aquellos que parecen no tener derechos vaya uno a saber por qué.
El doctor Emilio Iosa es el titular de la fundación y nos explicó cómo se trabaja ante tanta adversidad.
-         Doctor, es realmente bueno poder juntar un grupo tan grande de gente que tenga ganas de ayudar.
-         Sí, en realidad se juntan varias cosas, porque tenemos ganas de hacer algo y además consideramos que se pueden cambiar muchos aspectos que el estado permanentemente olvida. En estos momentos nosotros hacemos mucho hincapié en la sanidad, que es una forma importante de prevención.
-         Qué difícil debe ser llegar a zonas inhóspitas donde se encuentran con que las condiciones básicas no están satisfechas.
-         Como médicos, nos mueve mucho el compromiso. Personalmente me indigna semejante estado de desigualdad que hay en parte del país. Y como profesionales de la salud pública, tratamos de estar ahí, de ver cuáles son las carencias y de tratar de mitigar esta situación. Recorrer nos ha hecho aprender mucho, y encarar este proyecto colectivo nos permitió crecer  profesional y humanamente.
-         ¿Cómo es el modo de trabajo del hospital móvil?
-         Nosotros empezamos a ver que hay que cambiar el paradigma que está instalado en todo el mundo, que dice que el paciente tiene que ir al hospital. Acá hay zonas remotas donde vive gente que no tiene idea de los beneficios médicos, entonces nuestra meta es acercarles el servicio. Hay muchos casos en que por dificultades económicas, culturales o idiomáticas, las mujeres jamás acceden a un papanicolau, por ejemplo, o lo hacen en forma retardada, cuando ya es una patología complicada. Por todo esto, empezamos a recorrer el país en autos particulares, tratando de brindar atención y contención. Con el correr del tiempo, y el esfuerzo y colaboración de mucha gente, pudimos llegar al hospital móvil con el que nos movilizamos ahora.
-         ¿Cómo se aborda la temática desde un aspecto interdisciplinario?
-         Debatimos durante muchos años un concepto que implica que el conocimiento de la salud no es patrimonio exclusivo del médico. La gente cree que la salud es del hospital y del médico, y nosotros pensamos que cualquier persona, de distintas disciplinas, puede aportar conocimiento y acción para mejorar la salud de la gente. No sólo queda reducido a la labor de médicos y enfermeros, sino que artistas, documentalistas, periodistas, todos pueden colaborar para tratar de ir hacia adelante en esta temática.
-         Doctor, usted ha recibido instrucción, ha tenido teoría y residencia, pero esto seguramente es algo distinto, porque el médico termina haciendo de padre, de psicólogo y en caso de algún tipo de Mesías…..
-         Así es. Se aprende mucho en el interior del país. Muchas veces son situaciones que no están en los medios masivos y que ni siquiera vimos en la teoría. Es por eso que uno va adquiriendo conocimientos y experiencias que luego sirven y mucho en el desarrollo profesional. Vivir la diaria en esas condiciones es una escuela de vida fundamental.

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